Flamenco Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad - Flamenco Intangible Cultural Heritage of Humanity

Hola a todos

Hablar de Jerez es hablar de flamenco, de vinos y de caballos. Somos una de las localidades más atractivas.

Hoy vamos a hacer especial hincapié en el flamenco y sus orígenes.

Somos la cuna del flamenco, una manifestación considerada por la UNESCO Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad. Sus raíces se hunden en el entramado cultural de nuestro pueblo.  Sin embargo, son muchos los que desconocen cuándo y de qué manera nació.

A lo largo de la historia llegaron y se asentaron en nuestra tierra gran número de pueblos con un origen cultural variadísimo. Desde la remota cultura tartésica e ibérica, pasando por la colonización fenicia y romana, hasta la llegada de los árabes,  judíos sefarditas y los asentamientos gitanos ya en el siglo XV. Hay que añadir el magnetismo que tuvo principalmente Sevilla y Cádiz, para los europeos y todo aquello que se sintieron atraídos por la riqueza que llegaban del Nuevo Mundo. Así se forjó un caldo de cultivo ideal para que naciese, a mediados el siglo XIX, una música denominada flamenco.

   

La historia conocida del actual flamenco, que los gitanos de Jerez lo guardan con absoluto recelo, parte también de nuestra ciudad hace aproximadamente unos dos siglos.

Por aquella época, vivía un gitano conocido por el pueblo como "Tío Luis el de la Juliana". Este hombre se ganaba la vida portando agua a lomos de un borrico de la fuente de los Albarizones, muy apreciada por su calidad, que él vendía por las casas más importantes. Debido al continuo transitar por aquellos parajes (aquella hijuela era llamada entonces "Los callejones") tan alejados de la Ciudad, muy pronto se hizo popular por sus famosas "Tonás", que él cantaba siguiendo a su incansable amigo de Fatigas; lo hacía quizá de forma involuntaria y caprichosa, pero no exento de esa hondura que desde aquel entonces caracterizó a estos cantares. Este personaje denunciaba a vivo cante la inmensa miseria y el dolor que todos los gitanos padecían por aquella época.

A finales de los años 40 comenzaron a fundarse las primeras peñas flamencas, siendo la Peña Flamenca Los Cernícalos una de las primeras en hacerlo. Los fines primordiales que estas entidades recogen en sus estatutos son los de estudio, conservación y difusión del flamenco.
Como todo arte auténtico, el flamenco tal vez se disfrute más cuanto más se conoce; pero eso no contradice el que pueda gozarse de modo intenso y gratificante.
La recreación continua por sus geniales intérpretes lo ha convertido en un producto muy elaborado que hoy es objeto de estudio por parte de especialistas e investigadores y llega a todos los rincones del mundo.