Hola a todos
Hoy os quiero acercar el origen de la Feria, otro de los acontecimientos tradicionales de nuestra tierra.
Hoy no concebimos una Feria sin medio millón de bombillas, con cientos de elegantes casetas magníficamente adornadas, y con amplios paseos donde se exhibe el bello atuendo andaluz a la grupa de nuestros maravillosos caballos y de preciosos enganches en sus más variados estilos.
Esta forma de concebir la feria, tan ociosa, es relativamente moderna.
Nuestra incomparable Feria se viene celebrando a primeros de mayo y contiene una tradición que como veremos se remonta a tiempos lejanos.
La Feria de Jerez en antaño, ocupó (según los escritos) distintos lugares; las primeras se celebraban entre la Puerta Real y la calle de Francos, pero con los años también se han celebrado en el Arco de Santiago, Calle Muro, Alameda Vieja, ...
En el año 1868 el Alcalde de nuestra ciudad, de origen catalán, Manuel de Vivanco solicita al Gobierno Civil de la provincia ,el 24 de Marzo, permiso para establecer una feria de ganados en terrenos próximos a Jerez.
Se celebra por primera vez en el denominado "Hato de la carne", donde se estableció el Real; en 1.872 pasó a las playas de San Telmo, y algo más tarde, en 1.876 a la Cañada de Caulina, donde lució por primera vez alumbrado eléctrico.
Desde hace poco más de un siglo, la antigua Feria de Jerez, se celebra en el Recinto del González Hontória.
El Recinto del González Hontória se compró en el 1902 cuando ese terreno era campo celebrándose en él la primera Feria (como Feria de Septiembre). Un año más tarde (1903) se celebra la primera Feria de Abril (en origen se celebraba en abril pero la competencia con Sevilla la hizo retroceder un mes festejándose finalmente en el mes de mayo) en el mismo Recinto y será en los años 60 cuando estando Miguel Primo de Rivera y Urquijo en la alcaldía, se conocerá con el actual nombre "del Caballo" en referencia a tan nombrado e histórico animal.
Es un festejo que tiene como protagonista el caballo, se realza con el flamenco, y se embellece con sus casetas y su alumbrado. Sin olvidarnos lógicamente de la alegría de nuestra gente y la degustación exquisita del vino así como de comidas típicas.
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